El Sistema Solar
El Sistema Solar
está formado por una estrella central, el Sol, los cuerpos que le acompañan y
el espacio que queda entre ellos. Hay nueve planetas que giran alrededor del
Sol: Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y
Plutón. La Tierra es nuestro planeta y tiene un satélite, la Luna. Algunos
planetas tienen satélites, otros no.
Los asteroides son rocas más pequeñas que también giran, la
mayoría entre Marte y Júpiter. Además, están los cometas que se acercan y se
alejan mucho del Sol.
A veces llega a la Tierra un fragmento de materia
extraterrestre. La mayoría se encienden y se desintegran cuando entran en la atmosfera.
Son los meteoritos.
Desde siempre los humanos hemos observado el cielo. Hace 300
años se inventaron los telescopios. Pero la auténtica exploración del espacio
no comenzó hasta la segunda mitad del siglo XX.
Desde entonces se han lanzado muchísimas naves. Los
astronautas se han paseado por la Luna. Vehículos equipados con instrumentos
han visitado algunos planetas y han atravesado el Sistema Solar.
Formación del Sistema Solar
Es difícil precisar el origen del Sistema Solar. Los
científicos creen que puede situarse hace unos 4.600 millones de años, cuando
una inmensa nube de gas y polvo se contrajo a causa de la fuerza de la gravedad
y comenzó a girar a gran velocidad, probablemente, debido a la explosión de una
supernova cercana. La mayor parte de la
materia se acumuló en el centro. La presión era tan elevada que los átomos
comenzaron a partirse, liberando energía y formando una estrella. Al mismo
tiempo se iban definiendo algunos remolinos que, al crecer, aumentaban su
gravedad y recogían más materiales en cada vuelta. También había muchas colisiones. Millones de
objetos se acercaban y se unían o chocaban con violencia y se partían en
trozos. Los encuentros constructivos predominaron y, en sólo 100 millones de
años, adquirió un aspecto semejante al actual. Después cada cuerpo continuó su
propia evolución.